ECUELA DOMINICANA DE PIROPOS
“Y una cosa muy importante”-dijo- “Si es rubia o blanca, siempre háblenle en ingles, que eso las impresiona.”
“Y si no sabemo hablá inglé?”
“Con un ‘Jelou mami …Uaristambi?’ basta.”
“Una pregunta profesor, si e por ejemplo blanca pero con pelo negro como le digo?”
“Digale rubia como sea, que todos los blancos al fin y al cabo son rubios, no es cierto?”
“Si profesor!” respondieron a coro.
“Ahora bien, cada vez que vayan a vocear tienen que tener muy en cuenta la característica predominante de la mujer en cuestión”
Hubo un silencio general. “Y eso que é profesol?” al fin preguntó un flaquito con lentes.
“Oh, muy sencillo. Si es por ejemplo una flaca, voceenle por ese nombre. Si es una gordita le pueden decir por ejemplo, Mamasota, o Rolliza., de esa manera se aseguran que la mujer sabe que es a ella y nadie mas a quien le están piropeando.”
“Aaaaaah” respondieron.
“Quien me da un ejemplo de lo que acabamos de explicar?”
Un señor de unos 40 años levanto su mano rechoncha.
“Si diga”
“Bueno, que si pasa una flaca le puedo vocial ‘ADIOOO flaaacaa. Y si pasa una golda le puedo decil Diablo mamasota dame un chin de esa calne’… o algo así.”
“Excelente Romero!” respondió el profesor. “eso me lleva al próximo punto, el de las alusiones. Las alusiones no son mas expresiones que nos indican algo sin decirlo explícitamente. Por ejemplo si tomo lo que dijo Romero y lo llevo un paso mas allá podría decir algo como- ‘Diablo mamasota, cuanta carne pa haceme un sancocho’- o algo por el estilo.
“Ah” dijo un jabao “como si una se ta comiendo un helado yo le puedo decir –Mmmm mamasita dame un chin de eso…-
“No exactamente.” Dijo el profesor. “aunque ese siempre es un buen piropo, lo de pedir un poco de lo que ella esté comiendo. Pero ese es otro tema. Me refería mas bien a no simplemente decir lo que ves sino de ponerle creatividad y llevarlo un paso mas allá. Por ejemplo si pasa una flaca pueden decir algo como –Diablo que flaca pa haceme una sopita de hueso…-
“Ah si, creo que estoy entendiendo” dijo el jabao. “Le puedo decí también a la flaca algo como – Mira esa flaca pa hace una tabla de planchá.”
“Exactamente! Alguien mas?”
“Oh! Y si pasa una con licra le puedo decir un piropo como –Que rica mami se ve esa croqueta.”
“Excelente! Excelente!” gritó el profesor mientras pensaba que qué buen año le esperaba con este nuevo grupo.
“Y si pasa una que té bien buena” agregó Romero, “ le puedo decí algo como Diablo mami vamo a sin...”
“No!” intervino el profesor “ ese tema es para el grupo avanzado. Vamos paso a paso caballeros que este asunto es delicado y hay que aprenderlo bien antes de pasar a los próximos niveles.”
Hubo un gruñido general.
“Ahora quiero que apunten en sus mascotas los piropos clásicos que han pasado de generación en generación hasta llegar a nosotros. Nunca fallan y si alguna vez se encuentran en un aprieto de no saber que vocear, pueden recurrir a ellos.
Tan solo los nombraré, pero mas adelante los exploraremos a fondo.
Punto uno: Adioooo mamiii, poniendo énfasis en la ‘o’ de Adió y diciendo la palabra mami una octava mas alta.
Dos: Diablo, (característica de mujer)+ que buena tu ta. O simplemente Diablo + la característica de la mujer. Ej.: “Diablo rubia!”
Tres: Clásico de la comida- Dame un chin…ombe mami
Cuatro: Clásico de la lluvia – (Característica de mujer)+ no te mojee, ven. Ej.: “Pequeña no te mojeee,ven’
Cinco: (Y mas importante) TSSssssssSSssssst!”
NOTA: Dígalo cuantas veces sea necesario hasta que la mujer lo mire, o le de su número de teléfono.
Ahora bien el ‘TSSSssssSSSSssst’, no es cualquiera que lo puede lograr a la perfección. Aunque los dominicanos tenemos un talento especial para eso. Traten de escuchar como lo hago: TsssSSSSSSSsssst!”
“Tssssssss!” respondieron a coro
“No! Pongan atención! TsssSSSSSssst! Tienen que pasar el aire en el espacio creado entre la lengua y los dientes incisivos, o sea los de adelante. La clave está en crear un espacio lo suficientemente pequeño como para que el aire silbe un poco y se escuche mas alto.”
“TSSssssst” repitieron los estudiantes.
“Mucho mejor!”
“Profesor, pero cuando e que vamo a pasá al prosimo nivel, ahí e que tá lo bueno!” preguntó el pequeño con lentes.
“Con paciencia señores, que yo tengo una responsabilidad con ustedes y las futuras mujeres que piropearán. No se preocupen, que pronto llegará el día y saldrán a la calle debidamente preparados. Entonces, tanto usetedes como ellas me lo agradecerán...”
